El educador que necesitamos
Nuestra propuesta pedagógica asume que es especialmente en el trato de los educadores con sus estudiantes y en el desarrollo de los procesos de enseñanza-aprendizaje donde se concretan los principios y objetivos de la educación ignaciana.
Los educadores deben constituirse en promotores de los cambios educativos que nos retan, lo que implica que asuman la propuesta educativa del colegio como una opción que exige su mejora continua y crecimiento, personal y profesional. Esto implica que se vean a sí mismos como sujetos en formación.
En los colegios de la ACSI, buscamos que el educador desarrolle las siguientes competencias:
- Valora su vocación y función educativa.
- Comprende, asume y apoya la misión, los principios, ideales y objetivos del proyecto educativo del colegio.
- Comprende y se apropia de la Pedagogía Ignaciana y del Paradigma Pedagógico Ignaciano como modo de proceder en el ámbito educativo, con apertura a la espiritualidad que los sustenta.
- Domina las disciplinas educativas, su especialidad y la didáctica de la misma, así como las tecnologías de información.
- Conoce y comprende el contexto donde ocurren los procesos educativos, y especialmente, el de los estudiantes y sus mundos.
- Planifica y desarrolla cuidadosamente procesos de aprendizaje respetando las diferencias y ritmos individuales, ayudando a los estudiantes a aprender con independencia, impulsando la revisión oportuna de sus aprendizajes y sugiriendo distintos modos de ver las cosas.
- Comparte la responsabilidad de la formación humano-espiritual de sus estudiantes, fundamentalmente a través del ejemplo y la vivencia de valores humano-cristianos, impregnados del carisma ignaciano.
- Facilita y promueve procesos de convivencia democrática, ciudadana y participativa entre miembros de la comunidad educativa y especialmente con sus estudiantes, contribuyendo a superar formas de discriminación y de exclusión, desde una opción evangélica por los pobres.
- Mantiene una práctica educativa reflexiva, con el propósito de producir innovaciones y dar una mejor respuesta al proceso educativo, y una actitud de apertura hacia la formación y actualización profesional, buscando mejorar permanentemente sus competencias humanas y pedagógicas.
- Establece relaciones de diálogo a nivel interpersonal, trabaja en equipos, participa en las actividades del colegio y genera respuestas adecuadas para la convivencia y bienestar común.
- Tiene una visión inclusiva de la sociedad, centrada en la dignidad humana, la libertad y la justicia social, teniendo a la persona humana como fin de la sociedad y enseñando que el poder y los bienes materiales son medios para lograrlo.
Los colegios de la ACSI buscarán propiciar procesos formativos y de acompañamiento a los docentes, que contribuyan a desarrollar estas competencias, en sintonía con la identidad y propuesta educativa ignaciana. Igualmente, de este perfil se deberán desprender las evaluaciones de desempeño docente.