Felices Pascuas

01-03-2014

¿Quién soy yo entre los personajes de la Pasión?

"Esta semana comienza con la procesión festiva, con los ramos de olivos: todo el pueblo recibe a Jesús. Los niños, los jóvenes cantan y alaban a Jesús", recordó el Santo Padre al iniciar su homilía.

"Pero esta semana --prosiguió el Papa-- va adelante en el misterio de la muerte de Jesús y de su resurrección. Hemos escuchado la Pasión del Señor. Nos hará bien hacernos solamente una pregunta:  ¿Quién soy yo? ¿Quién soy yo delante a mi Señor? ¿Quién soy yo delante a Jesús que entra festivamente en Jerusalén? ¿Soy capaz de expresar mi alegría, de alabarlo, o tomo distancia? ¿Estoy yo delante a Jesús que sufre? Hemos sentido tantos nombres, tantos nombres. Grupos de dirigentes, algunos eran sacerdotes, algunos fariseos, algunos maestros de la ley que habían decidido asesinarlo. Esperaban la oportunidad de apresarlo".  Para leer texto completo, pulse aquí

Francisco explica que la pasión de Jesucristo 'no es un accidente' y asegura que 'esta semana nos hará bien tomar el crucifijo en la mano y besarlo muchas veces'

Hoy, a mitad de la Semana Santa, la liturgia nos presenta un episodio triste, el relato de la traición de Judas, que va donde los jefes del Sanedrín para negociar y entregarles a su Maestro. '¿Cuánto me dais si os lo entrego?' Y Jesús desde ese momento tiene un precio. Este acto dramático marca el inicio de la Pasión de Cristo, un doloroso camino que Él elige con libertad absoluta. Él mismo lo dice claramente: "Yo doy mi vida ... Nadie me la quita: la doy por mí mismo. Para leer texto completo, pulse aquí

El lavatorio de pies es una herencia que Jesús nos deja

En una breve e improvisada homilía, el Santo Padre ha hablado del gesto de Jesús de lavar los pies como la herencia que nos ha dejado. Francisco ha recordado que Jesús "es Dios y se ha hecho siervo, servidor nuestro y esta es la herencia" y ha indicado que "también vosotros debéis ser servidores los unos de los otros". Para leer texto completo, pulse aquí

La alegría sacerdotal tiene su fuente en el Amor del Padre

En el Hoy del Jueves Santo, en el que Cristo nos amó hasta el extremo (cf. Jn 13, 1), hacemos memoria del día feliz de la Institución del sacerdocio y del de nuestra propia ordenación sacerdotal. El Señor nos ha ungido en Cristo con óleo de alegría y esta unción nos invita a recibir y hacernos cargo de este gran regalo: la alegría, el gozo sacerdotal. La alegría del sacerdote es un bien precioso no sólo para él sino también para todo el pueblo fiel de Dios: ese pueblo fiel del cual es llamado el sacerdote para ser ungido y al que es enviado para ungir. Para leer texto completo, pulse aquí

Dios no nos trata según nuestros pecados, sino según su misericordia

Dios ha puesto sobre la Cruz de Jesús todo el peso de nuestros pecados, todas las injusticias perpetradas por cada Caín contra su hermano, toda la amargura de la traición de Judas y de Pedro, toda la vanidad de los prepotentes, toda la arrogancia de los falsos amigos. Era una Cruz pesada, como la noche de las personas abandonadas, pesada como la muerte de los seres queridos, pesada porque resume toda la fealdad del mal. Sin embargo, es también una Cruz gloriosa como el alba de una noche larga, porque representa en todo el amor de Dios que es más grande que nuestras iniquidades y que nuestras traiciones. En la Cruz vemos la monstruosidad del hombre, cuando se deja guiar por el mal; pero vemos también la inmensidad de la misericordia de Dios que no nos trata según nuestros pecados, sino según su misericordia. Para leer texto completo, pulse aquí / Para escuchar audio, pulse aquí

Viernes Santo en Roma: Francisco recorre el camino de la Cruz.

La noche del viernes el Santo Padre Francisco presidió el tradicional Vía Crucis, en el Coliseo de Roma. El camino de la Cruz se representa con una serie de imágenes de la Pasión o "Estaciones" correspondientes a eventos particulares que Jesús sufrió por nuestra salvación. La finalidad de las Estaciones es ayudarnos a unirnos a Nuestro Señor haciendo una peregrinación espiritual a la Tierra Santa, a los momentos más señalados de su Pasión y muerte redentora. La costumbre de rezar las Estaciones de la Cruz posiblemente comenzó en Jerusalén. Para leer texto completo, pulse aquí

Francisco: volver al primer amor para recibir el fuego que Jesús ha encendido en el mundo

El Evangelio de la resurrección de Jesucristo comienza con el ir de las mujeres hacia el sepulcro, temprano en la mañana del día después del sábado. Se dirigen a la tumba, para honrar el cuerpo del Señor, pero la encuentran abierta y vacía. Un ángel poderoso les dice: «Vosotras no temáis», y les manda llevar la noticia a los discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de vosotros a Galilea». Las mujeres se marcharon a toda prisa y, durante el camino, Jesús les salió al encuentro y les dijo: «No temáis: id a comunicar a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán». No tengáis miedo, no temais, no temais. Es la voz que anima a abrir el corazón para recibir este anuncia porque después de la muerte del Maestro, los discípulos se habían dispersado; su fe se deshizo, todo parecía que había terminado, derrumbadas las certezas, muertas las esperanzas. Pero entonces, aquel anuncio de las mujeres, aunque increíble, se presentó como un rayo de luz en la oscuridad. Para leer texto completo, pulse aquí / Para ver video, pulse aquí

Francisco en el Regina Coeli: 'vivamos la alegría de la resurrección'

¡Feliz Pascua! "¡Christos Anesti! - ¡Alethos anesti!", "¡Cristo ha resucitado! - ¡Verdaderamente ha resucitado!" ¡Está entre nosotros aquí!, en la plaza. En esta semana podemos seguir intercambiando el saludo pascual, como si se tratara de un único día. Es el gran día que ha hecho el Señor. Para leer texto completo, pulse aquí

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