Carta del Niño Jesús

10-12-2012

Por: Antonio Pérez Esclarín (pesclarin@gmail.com)

 Muy queridos hermanos:

En estos días de Navidad, muchas personas, sobre todo niños, me escriben cartas pidiéndome regalos,  por lo general,  juguetes. Hoy me he decidido a escribirles yo a ustedes, para pedirles el inmenso regalo de que me acompañen en la urgente tarea de construir una Venezuela  más humana y fraternal, una Venezuela  en la que reine la  paz y el amor,  y desaparezcan la injusticia, la desunión y la violencia,  una Venezuela  en la que todos puedan vivir con dignidad, y reconocerse y tratarse como hermanos. Este es el verdadero sentido de la Navidad. Para eso nací y para eso sigo buscando corazones donde nacer.  Recibirme en Navidad y celebrar mi nacimiento implica trabajar por humanizar nuestros pueblos y ciudades,   para  que en Venezuela   triunfe la justicia, la  unión y el amor  y se haga realidad mi sueño de construir aquí y en todas partes un mundo fraternal.

Sé que puedo contar con  ustedes. Si trabajan desinteresadamente  por los demás les llenaré de mi alegría y se convertirán en estrellas  que guían al verdadero portal y alumbran el genuino sentido de la  Navidad, de la razón de mi nacimiento. Porque yo sigo naciendo en cada persona generosa, que trabaja por desarmar los corazones y establecer un mundo de paz y de amabilidad. Sigo naciendo en cada gesto de ayuda, en cada sonrisa, en cada mano tendida al necesitado, en cada palabra de comprensión y de amor.

No olviden que cada vez los necesito más. Yo soy un niño frágil y desvalido,  pero puedo contar con sus  brazos fuertes para  abrazar a todos, especialmente a  los que  sufren agobiados por la miseria, el desamor y la soledad. Puedo contar con sus manos abiertas para acariciar, para tenderlas al necesitado, para aplaudir los triunfos y alegrías ajenas, para trabajar con dedicación por una Venezuela y un  mundo mejores. Puedo contar  con sus ojos para mirar a todos con mirada compasiva y misericordiosa, para que todos, especialmente los más golpeados y necesitados, encuentren en sus ojos mi mirada tierna y comprensiva,  una mirada de cariño y de perdón.   Cuento con los labios de todos ustedes  para bendecir y agradecer, para pronunciar palabras que animan, que curan, que tienden puentes y unen, que calientan con ilusión los corazones. Cuento con los oídos de ustedes  para que las personas, sobre todo las que sufren y se sienten rechazadas  y solas,  se sientan escuchadas y comprendidas. Cuento con sus corazones para que todos  puedan encontrar en ellos mi amor y mi misericordia.

Los necesito y seguiré necesitándolos para que establezcamos juntos  un  país y un mundo en los  que durante  todo el año sea Navidad, es decir, donde resplandezca la luz de la esperanza y reine la justicia, la unión, la solidaridad, el amor y el perdón.  

Gracias por compartir y hacer suyo mi proyecto. Si siempre los quiero ver contentos,  deseo  que en estas navidades sean especialmente felices, que mi alegría brille en ustedes. Por ello, disfruten de las hallacas, del pan de jamón, de algunos palitos tomados con  moderación, disfruten en familia y con los amigos,  disfruten sobre todo de la inmensa alegría de compartir y ayudar a los demás, especialmente a los más necesitados.

Con un muy fuerte abrazo y todo mi cariño a cada uno de ustedes,

 

www.antonioperezesclarin.com

(pesclarin@gmail.com)

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